dijous, 17 de setembre del 2020

Per què s'ha de veure la mini sèrie "El Colapso" de Filmin?

La majoria de referències que trobem a internet en parlem molt bé.




ABC
Qué es «El colapso», la serie de Filmin llamada a convertirse en historia de la televisión

La mini serie francesa está compuesta por ocho episodios en los que se cuestiona qué ocurriría en la Tierra si el sistema colapsara

Rosa Belmonte en ABC, «Apocalipsis francés», en la que habla de la prestigiosa serie gala:

La mini serie francesa es una maravilla de ocho episodios filmados en plano-secuencia en los que se especula sobre qué ocurriría con la humanidad si el sistema colapsara definitivamente, una temática que, tras la situación  de confinamiento y pandemia vivida en los últimos meses, ha atraído sin duda al público a esta historia 

Estos de Les Parasites (el colectivo responsable de la serie)  y todos sus palmeros creen que no se nos ha pasado por la cabeza que todo se puede ir al garete.

El colapso» lo que consigue no es que vea la fragilidad del sistema y oh, ah, oh, tenemos que cambiar esta vida tan superficial y dependiente de cosas prescindibles. Lo que consigue es que incluso con el puñetazo que ha supuesto nuestra pandemia y las rarezas que vivimos, me parezca que estamos fenomenal.


MONDOSONORO

La escasez de productos en un supermercado como primer indicio del colapso de la civilización.
A partir de aquí cada capítulo se ubica en distintos espacios para mostrarnos este proceso de derrumbamiento del sistema desde distintos puntos de vista, creando una cronología perfectamente coherente a través de ocho historias que se entrelazan entre ellas de forma sutil pero eficaz. Cada una tiene su propia narrativa, y algunas funcionan mejor que otras, especialmente aquellas donde no hay demasiados personajes que presentar y podemos entender mejor las motivaciones de los protagonistas (por egoístas que sean), como en el caso de “El Aeródromo” o “La isla”.

Con la cámara siguiendo de cerca cada movimiento sin cortar ni un instante, uno vive la sensación de angustia constante con los protagonistas. Se acentúa además la sensación de urgencia, dando más ritmo a la acción, de modo que el espectador no tiene ni un momento de tregua, como tampoco lo tienen los actores, que realizan un excelente trabajo de mantener una carga emocional altísima durante los veinte minutos que dura el plano.

Sin embargo, y aquí ya entra mi optimismo quizás un poco ingenuo, al horror que vemos en cada uno de las historias de “El Colapso” parece faltarle un toque de esperanza. Estudios demuestran (e incluso la pandemia mundial que hemos vivido) que ante una situación de desastre global crece el sentimiento de comunidad y la generosidad intrínseca del ser humano. Y si bien es verdad que la serie muestra este lado más positivo, como en el emocionante episodio de “La Residencia”, la imagen general que se da del ser humano es la del egoísmo que busca su supervivencia sin importar la de los demás. 

Trabajemos para no tener que comprobar nunca quién tiene razón.

EL SALTO DIARIO

LaVanguardia




ElConfidencial

"Anticipense a lo que va a pasar, porque la catástrofe es inminente y las consecuencias serán desastrosas. Intenten organizarse. Intenten crear equipos, redes de ayuda en las ciudades, en los pueblos, en los barrios. Necesitamos ganar en autonomía urgentemente. Tenemos que salir sí o sí del sistema que conocemos. Y tiene que ser hoy, no mañana. Podemos evitar las hambrunas, podemos evitar la sequía, podemos evitar millones de muertes, podemos evitar los éxodos. Todo depende de nosotros. No vamos a evitar el colapso, pero podemos sobrevivir", advierte Jacques en una ruptura de la cuarta pared en la que apela al espectador en un juego de pantalla dentro de la pantalla. Porque no sólo es el personaje quien avisa, sino los creadores a través de su serie.

MARTA MEDINA

16/07/2020 05:00

Ha tenido que llegar de Francia, un país de tradición revolucionaria y de movimientos sociales fuertes e incómodos, y de mano de un colectivo de cineastas que firman como Les Parasites, salidos de la escuela de cine y que utilizan YouTube como plataforma de exhibición gratuita de sus contenidos. La mezcla entre la tradición cultural y la juventud subversiva, el único caldo de cultivo posible para una de las series del año, 'El colapso' (L'Effondrement'), que acaba de aterrizar en Filmin y que toma un sentido mucho más abrumador después de los acontecimientos mundiales de los últimos meses. Como el mito de Casandra, parece como si Guillaume Desjardins, Jérémy Bernard, Bastien Ughetto –Les Parasites– estuviesen alertando al mundo desde el único altavoz disponible, el del audiovisual, de un colapso inminente del orden mundial.


Y como ocurre a Jacques (Yannik Choirat), el científico que alerta en un debate televisivo de una crisis global que supondría el final de la sociedad, el ruido, la frivolidad, la ideología soterran el mensaje que cae a plomo: si no cambiamos nuestra relación con el medioambiente, si perpetuamos un sistema de causas que oprime a los débiles y mantiene la hegemonía de las clases altas, si no detenemos un crecimiento insostenible, un abuso de los recursos naturales en un planeta finito, todo nuestro modus vivendi se vendrá abajo.


Tráiler de 'El Colapso'

Antes de que España fuese testigo del acaparamiento y desabastecimiento de papel higiénico en las primeras semanas del confinamiento–el primer capítulo se estrenó en Francia en noviembre de 2019–, Les Parasites ya habían imaginado el primer paso de una hecatombe mundial en la que un sistema económico basado principalmente en el consumo se detuviese en seco. En ocho capítulos de alrededor de veinte minutos de duración, cada uno de ellos rodado como un plano secuencia magistral, 'El Colapso' imagina –y de manera muy realista y cercana en el tiempo–, cuál sería la reacción del ser humano ante la desaparición de todo aquello que conoce.

Resulta escalofriante la clarividencia con la que los creadores de la serie han elegido los espacios y las situaciones

Y resulta escalofriante la clarividencia con la que los creadores de la serie han elegido los espacios y las situaciones. Un supermercado al que hace días que no llegan los suministros, una gasolinera en la que queda poco combustible, un éxodo masivo de la ciudad al campo, una residencia de ancianos que no pueden valerse por sí mismo, lel peligro de que vuelva a ocurrir una accidente nuclear en una central sin refrigeración, una clase dirigente que siempre tendrá más medios –y, sobre todo, más información–, para afrontar la carrera por la supervivencia y, sobre todo, como el ser humano, si ha de elegir entre sí mismo y los demás, tiene pocos amigos.

Yannick Choirat es Jacques, el científico que advierte de 'El colapso'. (Filmin)

"Anticipense a lo que va a pasar, porque la catástrofe es inminente y las consecuencias serán desastrosas. Intenten organizarse. Intenten crear equipos, redes de ayuda en las ciudades, en los pueblos, en los barrios. Necesitamos ganar en autonomía urgentemente. Tenemos que salir sí o sí del sistema que conocemos. Y tiene que ser hoy, no mañana. Podemos evitar las hambrunas, podemos evitar la sequía, podemos evitar millones de muertes, podemos evitar los éxodos. Todo depende de nosotros. No vamos a evitar el colapso, pero podemos sobrevivir", advierte Jacques en una ruptura de la cuarta pared en la que apela al espectador en un juego de pantalla dentro de la pantalla. Porque no sólo es el personaje quien avisa, sino los creadores a través de su serie.


'El colapso' parte en el segundo día tras el derrumbe, y lo hace desde el espacio físico del sistema de consumo: una tienda, un supermercado. En un momento en el que desaparecen las telecomunicaciones –sin teléfono, sin internet, sin posibilidad de sacar dinero, sin posibilidad de pagar salvo en efectivo– el consumidor alienado sigue sintiéndose inmune. ¿Por qué no hay tampones? ¿Por qué no hay hamburguesas? La única preocupación del cliente es la de satisfacer sus deseos, con el autoritarismo del que siempre le han dado la razón, sin saber que si cesa la oferta repentinamente y sube la demanda, lo primero que pierde valor es su dinero, a no ser que aumente sus propiedades nutritivas. Porque el día que caiga la pantomima, un billete tendrá menos valor que el papel de váter, que al menos es absorbente.

Otro momento de 'El Colapso'. (Filmin)

Los combustibles fósiles a los que hemos encomendado nuestra movilidad irán agotándose y con ellos nuestros medios de transporte. Como también ha ocurrido durante la pandemia, se descubrirá que los trabajos imprescindible no son los que la sociedad había asumido y perpetuado como tales. Un comercial de productos de impresoras o un crítico de cine tendrían la misma utilidad que una ameba si cambiase el paradigma. Al romper –de tanto usar– la ley de la oferta y la demanda el equilibrio entre poseer y desear se compensaría, porque el poder de quien poseyese lo que todos desean desaparecería en cuanto una masa, superior numéricamente, se atreviese a tomar lo que desea, sin atender a la propiedad privada. Porque la subsistencia prevalece sobre la propiedad privada.

De las clases dirigentes y pudientes sería lo esperado, pero, mire a su alrededor, seguro que sabe ya quien en su entorno echaría lastre a la menor contrariedad. Como en 'Fuerza mayor', vaticinar que tal o cual persona les pasaría por encima con tal de salvar su culo, perdón por la expresión, ¿cómo afecta a su relación? ¿Cuándo quedaría justificado el mal ajeno para garantizar la supervivencia, cuando todo el mundo a la vez lucha por sobrevivir? Que los creadores hayan dedicado un capítulo a una residencia de ancianos demuestra que, antes del Covid, la sociedad ya daba muestras de la falta de compasión con quienes ya no son productivos ni pueden valerse por sí mismos.


Imagen del primer capítulo, 'El supermercado'. (Filmin)

Producido por Canal + Décalée, la serie supone una experiencia inmersiva gracias a los planos secuencia, que consiguen eludir los artificios expresivos para centrarse en la tensión y la emoción de los personajes. La cámara baila de unos a otros, permitiendo conocer sus puntos de vista y consiguiendo la identificación con sus deseos y necesidades. Todo es excepcional y al mismo tiempo tan familiar y natural –pareciera que casi no hay esfuerzo– en la serie: la dirección de arte, la fotografía, los actores, y la elección de tiempo y lugar de las píldoras con las que 'El colapso' imagina un futuro no muy lejano, que a diferencia de 'Black Mirror' no cuenta con chips prodigiosos ni mundos hipertecnologizados. El tiempo del colapso podría ser mañana mismo. Incluso hoy. Incluso haber comenzado hace rato mientras nosotros seguimos aquí, hablando de series.

PUNTUACIÓ

IMdb li posa un 7,9. FilmAffinitty un 7,4




RESUM

8 episodios de unos 20 minutos cada uno, filmados todos ellos en plano secuencia. 

Un suceso -del que desconocemos las causas y el origen- ha provocado el colapso de la sociedad -la francesa y se sobrentiende que la mundial-, y es la espoleta que provoca una serie de historias independientes en  diferentes localizaciones, que comparten la desesperación y la huida de las personas que intentan sobrevivir.

























Episodios:

1- El supermercado (día 2)

2- La gasolinera (día 5)

3- El aeródromo (día 6)

4- La aldea (día 25)

5- La central (día 45)

6- La residencia (día 50)

7- La isla (día 170)

8- La emisión (día -5)


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