En aquesta entrada farem captures del vídeo de 6 minuts del canal de Salvador Ibáñez
Captures de pantalla i transcripció
de la primera part del vídeo
- A ver, ¿y si todo lo que oímos sobre la crisis climática fuera en realidad solo la punta del iceberg? Hoy vamos a desgranar la visión de Antonio Turiel, que nos habla de un choque, un choque que parece inevitable entre nuestro sistema actual y, bueno, los límites del planeta. Es una perspectiva, digamos, directa, sin adornos.
- Vale, vamos al lío. La idea central de todo este análisis es bastante simple, pero a la vez demoledora. Nuestro sistema actual, tal y como está montado, va de cabeza a estrellarse contra la realidad. ¿Por qué? Porque la idea de crecer sin parar, de forma infinita, en un planeta que obviamente no es infinito, pues según esta visión es que no se sostiene por ningún lado.
- Para entender de verdad la magnitud del problema, tenemos que hacer un esfuerzo y mirar más allá de lo que siempre se habla, porque sí, el cambio climático es gravísimo, por supuesto, pero es solo una pieza, una pieza de un puzle enorme, mucho más complejo. La crisis ambiental es mucho más grande y para medirla, para ponerle cifras, la ciencia ha desarrollado una herramienta que es bueno, es clave.
- Se llama el concepto de los límites planetarios. Pensemos en ello como el panel de control de la Tierra. Hay nueve sistemas que son vitales, que regulan la salud del planeta y cada uno de ellos tiene una línea roja, un límite que no deberíamos pasar porque si lo cruzamos, bueno, el riesgo de cambios irreversibles de un colapso se dispara.
- Es un riesgo existencial, así de claro. Y aquí viene el dato que de verdad pone los pelos de punta. De esos nueve límites, de esos nueve sistemas vitales, ya hemos cruzado siete. Siete de nueve. Pero ojo que lo más fuerte no es eso. Lo más fuerte es que si miramos cuáles son los peores, el cambio climático es solo el cuarto.
- Por delante tenemos cosas como la contaminación química, la destrucción de la biodiversidad o cómo hemos alterado por completo los ciclos de los fertilizantes. O sea, que el problema es mucho más profundo de lo que parece. Vale, sigamos tirando del hilo porque todo esto está conectado. Si levantamos otra capa de la cebolla, llegamos al que podría ser el verdadero motor de toda esta crisis.
- Solemos oír que la transición energética es por el medio ambiente, ¿verdad? Bueno, según este análisis, la razón principal es otra más cruda y directa. Se nos está acabando la energía barata. Sencillamente los combustibles fósiles, que eran fáciles de sacar y por tanto baratos, están llegando a su fin. Fijaos en un dato. Desde 2014 la inversión en buscar nuevos yacimientos de petróleo ha caído en picado.
- Y no es porque de repente las petroleras se hayan vuelto ecologistas, no es porque ya no sale a cuenta. Cada vez es más difícil y más caro encontrar algo, porque el petróleo fácil ya no queda. Y esto nos lleva a una cifra que es es una auténtica locura. Por cada barril de petróleo que descubrimos hoy en día, nos bebemos 12. 12. Estamos tirando de las reservas que se encontraron en los años 60 y 70.
- Es como vivir de los ahorros de los abuelos. Y que nadie piense que esto es algo que pasará en el futuro, ¿eh? Es que ya está pasando. El pico mundial de producción de petróleo convencional fue en 2018, ya pasó. Y el diésel, que es literalmente la sangre que mueve los camiones, los tractores, los barcos, toda la economía global, su producción ya está cayendo.
- Y no olvidemos el dato clave. Casi el 85% de la energía que mueve el mundo sigue viniendo de estas fuentes que se están agotando. Claro, la pregunta lógica es, bueno, si se acaban los fósiles, pues ponemos renovables y listo, ¿no? Esa es la solución que nos venden. Pero, ¿pueden de verdad las renovables a escala masiva sustituir toda la energía que consumimos hoy? Pues según este análisis, la cosa es bastante más complicada de lo que parece.
- Hay una serie de peros de los que casi nunca se habla. Para empezar, los materiales. Para hacer todos esos paneles solares y molinos de viento, hace falta cobre, litio, plata, un montón de minerales que sorpresa no son infinitos y no hay suficientes para hacer una transición a nivel mundial. Luego la gran paradoja.
- Para fabricar, transportar e instalar un molino de viento necesitas diésel, carbón y gas. O sea, dependen de los mismos combustibles que quieren reemplazar. Y eso sin hablar de los problemas de estabilidad que generan en la red eléctrica. Y para rematar, un dato que lo pone todo en perspectiva. En un país como España, toda la electricidad, la de los enchufes de casa, las luces, etcétera, es solo el 22% de la energía total que usamos.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada