Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris sufragistes. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris sufragistes. Mostrar tots els missatges

dilluns, 4 de gener del 2021

Desobediència civil pacífica contra la crisi climàtica (TED: Flavia Broffoni 2019)

Vídeo original



TW
La presidenta de XR (Extinction Rebellion) en Argentina 

Transcripció del vídeo

Imaginen la película más apocalíptica que hayan visto. La primera escena es una vista aérea de la tierra arrasada y el mar renegrido. La mitad de la población mundial lucha contra la otra mitad por falta de comida, en un lugar desértico. 

4000 millones de personas viven en zonas en donde no pueden cultivar nada para comer y no tienen suficiente agua para sobrevivir. Inundaciones y sequías; temperaturas insoportables. Nuevas enfermedades que nos atacan; incendios forestales. Huracanes muy frecuentes. Migraciones masivas. Cientos de millones de refugiados ambientales. Saqueos de supermercados multiplicados por miles en todas partes. Cortes de electricidad. Sistemas financieros y de comunicación caídos. Desabastecimiento de agua, de combustible y de medicamentos. Un millón de especies desaparecen y no por una extinción más, sino por la primera aniquilación biológica producida por una sola especie. Pero ¿saben qué? 


Esto no es ciencia ficción. Esta es una catástrofe ecológica y climática. Y es el mundo de los próximos 10 años. 
Vos en la fila uno no te vas a salvar. Vos en la cinco tampoco. Vos detrás de la cámara, tampoco. Yo tampoco. Porque no importa dónde nos sentemos. El colapso nos va a llevar puestos igual si durante la próxima década no transformamos nuestro sistema de producción y consumo, si no revertimos el avance de la ganadería y de la agricultura industrial, y cortamos a la mitad el uso de petróleo. Esto es cambiarlo todo, o casi todo. 

Hoy tengo un par de minutos para alertarles
 
sobre la gravedad terminal de nuestra situación. Solo un par de minutos para que se convenzan de que esto no es una teoría de complot. De que estamos realmente frente a la peor de todas las crisis. 
Nuestra civilización tal cual la conocemos va a dejar de existir durante los próximos 10 años. Y no son responsables de esto las 4000 millones de personas que pueden morir. 

Los principales responsables de haber llegado a esta situación
 
son quienes están más preparados para enfrentar el pronóstico apocalíptico porque escuchan a la ciencia. Los más ricos y poderosos están diseñando sus refugios familiares para sobrevivir al colapso. Cuenta un exgerente de una famosa red social que cuando comenzó a compartir con sus colegas de Silicon Valley los detalles de su pequeño proyecto de isla, todos comenzaron a salir del closet y a blanquear sus planes para la supervivencia. En este preciso momento están comprando territorios en altura. Pueblos enteros con abundancia natural. Construyendo búnkeres, instalando generadores, paneles solares, y diseñando las milicias para su defensa. Están "blindando" sus islas privadas. Enfrentamos un escenario inevitable de fragmentación social violenta. 

Y hasta las Naciones Unidas lo definió sin tapujos como "apartheid climático".
 
Los ricos salvándose. Y la mayor parte de la humanidad empujada a sobrevivir. Existe absoluto consenso de la comunidad científica. Superar la barrera de aumento de la temperatura global en más de 1,5 °C es colapso ecosistémico masivo. 

Después de los incendios de Amazonas
 
alcanzaremos los 2 °C durante la próxima década. Y gracias a 25 años de negociaciones diplomáticas fallidas estaremos en 7 °C antes de fin de siglo. ¿Cómo puede ser que nuestros gobiernos que tienen toda esta información no hagan nada? Hay algo con buscar las soluciones dentro del sistema, que no está funcionando. 

Yo misma siento que fallé.
 
Fallé como activista durante 20 años porque, evidentemente, todas las formas de activismo fallaron. Fueron insuficientes. Hace muy poco tomé real dimensión de esta finitud tan cercana. Me desesperé y me llené de ansiedad. Sabía que nada de lo que hiciera iba a ser suficiente. También me di cuenta de que personas queridas cuando les hablaba de esto se iban a otro lado. O suspiraban y me cambiaban de tema. Cómo las voy a juzgar, quizás fuera mejor disfrutar de la vida antes del colapso. Pero no pude. Me fue imposible seguir como si nada pasara. Entonces llegó el dolor y las ganas de llorar. Aunque no fue lo único. Lentamente algo más fue surgiendo desde el fondo de esa tristeza. 

Dejé de obligarme a tener esperanza
 
y apareció en mi una furia que me energizó. Me aceleró el corazón y me llevó a la acción. Porque lo que necesitaba no era esperanza. Lo que necesitaba era coraje. Coraje para cuestionarlo todo. Para hacerme una pregunta prohibida: ¿Por qué tenemos que obedecer las reglas del sistema que nos está exterminando? ¿Es lógico seguir alentando la producción ganadera y agrotóxica? Si sabemos que devasta comunidades y ecosistemas enteros. ¿Es justo que nuestros impuestos subsidien proyectos petroleros de fracking? La extracción no convencional de combustibles fósiles acelera el desastre climático. 

Las complicidades de las instituciones me duele en las entrañas.
 
Pero no es la primera vez que somos testigos de un genocidio silencioso.

En otros momentos de la historia existieron procesos de exterminio masivo que buscaron ser ocultados por las autoridades. Esta vez tenemos que desafiar a la autoridad injusta a tiempo porque cuando las leyes y las instituciones no nos protegen, el contrato social desaparece. Y los ciudadanos adquirimos el derecho y el deber a la desobediencia civil. (Aplausos) 


Quizá se pregunten si lo que planteo es una suerte de rebelión.
 
Lo que planteo es que este modelo es autodestructivo. Porque está fundado en negar los límites físicos del planeta. Y si no es suficiente con que lo digan las Naciones Unidas o lo plantee yo acá, vayan a las redes. Está lleno de fuentes confiables. Pero frente a esta verdad científica, los gobiernos nos responden que es política y socialmente imposible cambiar tan rápido. Sin embargo ya hemos protagonizado cambios radicales en momentos de emergencia que parecían imposibles. Por ejemplo, durante las guerras. Esta es la emergencia más enorme a la que nos hayamos enfrentado. Nos quedan menos de 10 años para una transformación de proporciones épicas, que no vamos a conseguir solamente poniendo molinos eólicos, paneles solares, reciclando o reduciendo nuestro consumo individual de carne. 

Necesitamos la movilización de personas más grande de la historia.
 
Quienes han estudiado el éxito de los movimiento civiles de resistencia demostraron que si el 3,5 % de la población sostiene en el tiempo estrategias de disrupción pacífica llevando a las calles un reclamo justo, podemos sacudir a un sistema que se niega a escuchar. La desobediencia civil no violenta ha sido el método más efectivo a lo largo de la historia reciente para lograr cambios sistémicos y radicales. 

Existen muchos ejemplos bien conocidos.
 
Rosa Parks, Martin Luther King, Gandhi, las colectivas de mujeres que exigieron y lograron el voto femenino y hoy siguen dando luchas imprescindibles. Nuestro país tiene experiencias hermosas de desobediencia civil pacífica y exitosa. Principalmente en la ruralidad. El pueblo de Malvinas Argentinas, en Córdoba, bloqueó la instalación de Monsanto en su tierra instalando durante cuatro años la disrupción colectiva. La comunidad de Famatina, en La Rioja, lleva más de una década expulsando a las mineras más grandes del mundo a pesar de las reglas y las normas escritas. No hay gradualismo cuando estamos luchando por nuestra supervivencia. Los fenómenos de transformación planetarios no se van a detener por una ley. No podemos frenar con un decreto a las millones de personas que estarán cruzando fronteras escapando de fenómenos climáticos extremos. Quizás en este momento estén queriendo volver al mundo que conocían hace 10 minutos. Pero no tengo alternativa. No tenemos alternativa. Con creatividad y sin violencia tenemos que salir a la calle para cambiarlo todo. 

La transformación tiene que empezar hoy.
 
Y tiene que ser enorme, desproporcionada, más allá de lo posible. La única decisión que podemos tomar en estos momentos de incertidumbre es qué hacer con el tiempo que tenemos. Nadie lo va a hacer por nosotros. El poder real nos pertenece, abracémoslo, con amor y furia. El tiempo no es mucho. Y para que sea justo, debe ser desobediente. (Aplausos) 

dissabte, 8 de desembre del 2018

La vaga de fam: una protesta des de l’Edat Mitjana (Diari ARA)


FONT: DIARI ARA

Ara fa vuit dies Jordi Sànchez i Jordi Turull anunciaven l’inici d’una vaga de fam per denunciar el “bloqueig” del Tribunal Constitucional a la justícia europea. Dos dies després s’hi afegien Joaquim Forn i Josep Rull. Els diputats de JxCat han adoptat un mètode de protesta que ve de lluny. N’hi ha precedents a la Irlanda medieval però també en tenim constància en les tradicions hindús. En la tradició celta es tractava de l’anomenat troscad i consistia a reclamar que algú se sotmetés a la justícia plantant-se a la porta de casa seva indefinidament sense menjar, cosa que generava una forta pressió social.
No va ser fins a principis del segle XX, amb tot, que aquest ritual es va convertir en una eina política emmarcada en la lluita no violenta: qui fa una vaga de fam busca apel·lar a la consciència de l’adversari polític i denunciar una situació d’injustícia. Tot i que Mahatma Gandhi n’ha esdevingut el paradigma, van ser les dones que reclamaven el dret de vot abans de la Primera Guerra Mundial les primeres que van fer servir la vaga de fam com a instrument per fer política. Els moviments pacífics hi han recorregut amb assiduïtat, com també les organitzacions terroristes.
Les dones sufragistes
Vagues de fam perquè se les considerés activistes polítiques
A principi del segle XX, el moviment per reclamar el dret de vot de les dones al Regne Unit començava les primeres protestes. I, al seu torn, el govern britànic també començava a empresonar les activistes. El 1909 Marion Wallace Dunlop va iniciar la primera vaga de fam a la presó. Va ser alliberada al cap de tres dies. A Wallace Dunlop la van seguir d’altres. Emmeline Pankhurst, una de les líders del moviment, n’explicava els motius en una carta al Manchester Guardian : no era pel seu empresonament, sinó perquè el govern es negava a reconèixer que estaven empresonades per donar suport a accions polítiques. La idea era que si aconseguien que els actes de les sufragistes es consideressin accions polítiques i no delictes criminals es reconeixeria la legitimitat de la seva reivindicació. Arran del creixement del nombre de dones en vaga de fam a les presons i l’impacte social que comportava, el govern va decidir aplicar-los l’alimentació forçosa, que va ser considerada un mètode de tortura i va causar, fins i tot, algunes morts. El 1913 el Parlament britànic va decidir canviar de política amb l’anomenada llei del gat i el ratolí : alliberaven les dones en vaga de fam més febles i, quan estaven recuperades, les tornaven a empresonar. Tot plegat va propiciar un augment del suport social a les sufragistes.
Gandhi, el paradigma
Fins a disset vagues de fam d’entre set dies i un mes
En el marc del procés d’independència de l’Índia, Mahatma Gandhi ha esdevingut un referent del pacifisme i la lluita no violenta. Amb l’Índia sota domini britànic, Gandhi va dur a terme fins a disset vagues de fam -d’entre set dies i un mes- per denunciar el control que exercia l’Imperi Britànic sobre la colònia. Va assenyalar com era de contradictori el fet que la metròpoli abanderés la lluita per la llibertat durant la Segona Guerra Mundial, en guerra contra l’Alemanya nazi. Com a líder del moviment indi va ser empresonat fins a quatre vegades, el 1922, 1930, 1933 i 1942; va fer diversos dejunis, i va protagonitzar vagues de fam. Es destaca la del 1932 en contra de la decisió dels anglesos de separar el sistema electoral de l’Índia per castes; o una altra del 1943 contra el seu empresonament sense càrrecs judicials. Ja amb la independència, va dur a terme l’última el 1948 per reclamar la unitat entre hindús i musulmans. Poc després va ser assassinat per un nacionalista indi.




L’IRA i les vagues de fam
Bobby Sands i nou presos més van morir en presons britàniques

L’any 1976 el govern laborista va decidir acabar amb la categoria especial de presoners de guerra amb què eren tractats els presos del conflicte d’Irlanda del Nord. La mesura va provocar una onada de protestes dels presos de l’IRA: primer, la vaga de les mantes -els presoners van rebutjar posar-se l’uniforme de presos comuns-; després, la vaga de la higiene -van declinar rentar-se i escampaven els excrements a les parets de les cel·les-; i, finalment, la vaga de fam del 1981 encapçalada per Bobby Sands, que només tenia 27 anys, i que va generar un gran impacte durant el mandat de la primera ministra conservadora, Margaret Thatcher. Demanaven ser reconeguts com a presos polítics: poder vestir de civils; el dret a la lliure associació ; el dret a una visita, un paquet i una carta per setmana, entre altres peticions. Al llarg de la vaga de fam, Sands va ser elegit diputat a Westminster per la circumscripció de Fermanagh i South Tyrone, i això va multiplicar el ressò internacional del seu cas. Després de 66 dies sense menjar va acabar morint, juntament amb nou presos més de l’IRA. Posteriorment, la resta de presos van aturar la vaga de fam -malgrat que Thatcher no es va moure- i es va produir una escalada en el conflicte a Irlanda del Nord.
Precedents a l’Estat
De Xirinacs a Jaume Sastre, passant pels Grapo i ETA
La dels presos catalans no és la primera vaga de fam a l’Estat. Lluís Maria Xirinacs n’ha esdevingut un referent als Països Catalans. A les acaballes del franquisme, i com a impulsor de l’Assemblea de Catalunya, va protagonitzar diverses vagues de fam tant a dins com a fora de la presó, en solidaritat amb els encausats pel Procés de Burgos. L’1 de desembre del 1973 va anunciar a través d’una carta clandestina que deixava de menjar per reclamar la llibertat de 113 detinguts durant una reunió de l’Assemblea de Catalunya. Estava en presó preventiva a la Model i es va allargar una quarantena de dies. A les Illes Balears, el docent Jaume Sastre va dur a terme la mateixa protesta durant 41 dies el 2014, en contra de la política educativa del PP.
I als anys 80 i 90 dos presoners del Grapo van morir a conseqüència d’una vaga de fam. Juan José Crespo Galende, el 1981, va morir a l’hospital als 28 anys després de tres mesos sense menjar per protestar contra les condicions del règim penal de màxima seguretat de la presó d’Herrera de la Mancha (Ciudad Real). El 1990, José Manuel Sevillano Martín també va morir als 30 anys després de participar en una vaga de fam amb 60 membres del Grapo més per protestar contra la política de dispersió del govern espanyol. L’organització va assassinar el metge que els va aplicar l’alimentació forçosa.
Els presos d’ETA també van recórrer a aquesta forma de protesta. El 2012 diversos empresonats, entre els quals Arnaldo Otegi (actual secretari general de Bildu), van iniciar una vaga de fam per reclamar la llibertat de Iosu Uribetxeberria, que tenia un càncer terminal. Va acabar sent alliberat i va morir el 2015 a Arrasate a conseqüència de la malaltia. També De Juana Chaos va fer diverses vagues de fam, entre les quals una de seixanta dies el 2006, en contra de la doctrina Parot -tombada després per la justícia europea- i reclamant la llibertat perquè considerava que ja havia complert la condemna.


Amèrica Llatina
Els dissidents cubans i l’oposició veneçolana han fet vagues de fam
El dissident cubà Guillermo Fariñas ha protagonitzat més de vint vagues de fam: l’última va ser el 2016, amb 54 dies sense menjar per reclamar al govern que posés fi a la repressió. També el líder de l’oposició veneçolana Leopoldo López va iniciar una vaga de fam durant el seu empresonament el 2015, en què reclamava, entre altres coses, la llibertat dels presos polítics i una data per a les eleccions. Va deixar la protesta després de 30 dies.


Rússia
Un director de cine empresonat, en estat crític després de 145 dies
El director de cine ucraïnès Oleg Sentsov ha posat fi recentment a una vaga de fam per reclamar la llibertat de 64 ucraïnesos empresonats a Rússia per delictes polítics. Va fer coincidir l’inici de la protesta amb la Copa del Món de futbol que aquest any s’ha fet a Rússia. Li van acabar aplicant l’alimentació forçosa i després de 145 dies finalment va decidir deixar la vaga. Està condemnat a 20 anys de presó per suposats delictes de terrorisme durant l’annexió de Crimea a la Federació Russa.

diumenge, 28 d’octubre del 2018

Sufragistes (2015). La història del sufragi femení



FilmAffinity

Fa un temps vaig veure aquesta pel·lícula, tota una classe magistral d'història
Sovint no sabem com hem arribat aquí, quines lluites hi ha hagut fins a aconseguir drets com el sufragi universal, l'igualtat de classes, els drets civils, laborals, etc.


El moviment sufragista va néixer a Anglaterra en vigílies de la Primera Guerra Mundial. La majoria de les sufragistes no procedien de les classes altes, sinó que eren obreres que veien impotents com els seus pacífiques protestes no servien per a res. Llavors es van radicalitzar i, si incansable lluita per aconseguir la igualtat, es van arriscar a perdre-ho tot: la feina, la casa, els seus fills i la seva vida.

La protagonista és Maud (Carey Mulligan), una dona que va reivindicar intrèpidament la dignitat de les dones. (FILMAFFINITY).

Drama | Històric. Política. Any 1910-1919. Feminisme

Repartiment
Carey MulliganHelena Bonham Carter,  Anne-Marie Duff,  Brendan Gleeson, Ben Whishaw,  Meryl Streep,  entre d'altres


Al final de la pel·lícula apareix una llista dels països i els anys que es va permetre el vot femení

1893 Nova Zelanda
1902 Austràlia
1906 Finlàndia (Primer país d'Europa)
1913 Noruega
1915 Dinamarca (des de 1908 podien votar les dones de més de 25 anys i que paguessin impostos)
1917 Rússia
1918 Alemanya, Àustria, Polònia, Irlanda
1919 Islàndia, Bèlgica, Luxemburg, Suècia,
1920 Dinamarca 1920 EE.UU 1965 (des de 1920 podien votar només les dones de color blanc)
1928 Regne Unit (des de 1918 podien votar les dones majors de 30 anys)
1929 Equador
1931 Estat Espanyol
1932 Brasil
1934 Turquia
1937 Filipines (guanyat el 1935 amb un referèndum, 95% a favor)
1944 França
1945 Itàlia
1946 Japó
1949 Xina, Xile
1953 Mèxic
1955 Egipte
1971 Suïssa
1974 Portugal (però des del 1931 si tenien amb estudis de secundària)
1974 Jordània
1976 Nigèria
1994 Sud-Àfrica (des de 1930 podien votar només les dones de color blanc)
1994 Liechtenstein
2003 Qatar
2006 Kuwait
2015 Aràbia Saudita

Wikipedia també en té una llista i en alguns casos varien

2019-04-22: elNacional: quan les dones lliutaven per votar